Decidido en comer fuera del centro, salí rumbo a Dolores Hidalgo; eran más de las 4 de la tarde, y después de haber estado trabajando durante toda la mañana y parte de la tarde, tenía considerablemente un poco de hambre.
Apenas iba llegando a la Valenciana y empezó a nublarse el cielo, el aire se tornó más helado y las primeras gotas cayeron sobre el carro.
Sin un rumbo fijo, emprendí un nuevo viaje ávido de conocer un nuevo lugar, fuera del ya tan visitado centro.
Esta carretera es increíble, el camino va sobre el costado de las montañas, así que podrán imaginar la vista increíble que se tiene dela ciudad mientras uno se va alejando; a escasos 10 minutos la ciudad de Guanajuato queda atrás, todo se vuelve verde, húmedo, silencioso.
Adelante de mi iban varios autos, mi rumbo era Dolores Hidalgo, pero con hambre, empecé a buscar algún restaurante sobre la carretera donde comer; y así fue, sobre el km 20, saliendo de una curva a la derecha, esta el Rancho de Enmedio, si se pasan, pueden poner las luces intermitentes y entrar unos metros más adelante.
El lugar estaba lleno, aun así logré dejar mi auto en un pequeño espacio. Entré, y rápidamente me ofrecieron una mesa. Revisé la carta y pedí una arrachera ($120.00), media jarra de agua de guayaba, una orden de frijoles y por supuesto como entrada, una sopa azteca.
El servicio bueno, el lugar limpio; buena vista y un buen sabor.
Primero mi sopa azteca, nada fuera de lo normal, y después el plato fuerte. Bastante generoso: la arrachera bien proporcionada, una ensaladita, frijolitos, guacamole y una buena cantidad de tortillas. Como podrán imaginar, en cuestión de minutos olvide el hambre que tenía; el precio: $201.00
Es importante aclarar que el platillo que pedí era el más caro de la carta, por lo que bien pueden darse una vuelta un fin de semana con su familia, amigos o solos, y comer muy bien a un buen costo.
Provechito.